A la hora de buscar los modelos a
imitar, se pueden encontrar cinco posibles aproximaciones o niveles de
Benchmarking:
Interno: se lleva a cabo dentro de la propia empresa. Quizás
existen departamentos propios que podrían ofrecer informaciones excelentes.
Primero porque tendrían procesos modelo, segundo porque podrían recoger
informaciones de clientes o competidores con los cuales tratan y tienen
procesos similares. Es el más sencillo de realizar, ya que la información es
fácilmente disponible
Competitivo directamente: la mayoría de las empresas tienen, al
menos, un competidor que puede ser considerado como excelente en el proceso que
se pretende mejorar. Conseguir que el competidor directo proporcione los datos
de interés puede ser una tarea difícil, si no imposible. Este problema puede
ser en ocasiones solventado mediante una tercera empresa que actúe de
intermediaria.
Competitivo latente: se trata de empresas que pueden ser mucho más
grandes o pequeñas que la nuestra, y por tanto no competir en los mismos
mercados. También se consideran las empresas que aún no han entrado en el
mercado, pero que presumiblemente lo harán en el futuro.
No competitivo: en ocasiones es posible obtener información a
través de empresas que no son competidoras de forma directa, bien sea porque el
mercado en el que actúan sea geográficamente distinto, bien porque se trate de
un sector industrial diferente. En este último caso el proceso deberá ser
adaptado a la particularidad de la empresa. La información será fácilmente
accesible.
World Class: esta aproximación es la más ambiciosa. Implica ver el
óptimo reconocido para el proceso considerado - una organización que lo hace
mejor que todas las demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario